martes, 8 de noviembre de 2011

Los resucitados

-No quiero a ninguno. Ya se lo dije por teléfono -sentenció observando tras el representante a las dos pálidas figuras que trajo consigo y que, redescubriendo el mundo, correteaban por el patio delantero recolectando las primeras hojas caídas del otoño.
-Sentimos mucho que con el seguro que tenía contratado su hijo sólo podamos cubrir a los menores implicados en el accidente. Si no está dispuesta a hacerse cargo de ellos, ya sólo nos queda que firme la renuncia y pasarán a formar parte del programa de donantes reactivados... ¿Quiere despedirse de sus nietos?
-Nada habría deseado más aquel día -confesó.

(microrrelato presentado sin demasiado éxito a la XXVI Edición de Microrrelatos de Bubok)




3 comentarios:

Mar Horno dijo...

Madre mía Alberto. O esos niños resucitados daban mucho miedo o esa abuela era despiadada a más no poder. Menudo seguro, el representante quién era, ¿el diablo?. Un saludo.

Rosa dijo...

Menuda ocurrencia, jeje...Me ha gustado.

Besos desde el aire

Elysa dijo...

¡¡Uff!! vaya tipo de seguro, no sé yo, no sé si me acogería a uno así.

Un micro muy original.

Besitos