Gira la cabeza con disimulo para comprobar por el rabillo
del ojo si aquel pervertido sigue tras ella. El hombre se pierde en una nube de
japoneses que, cámara en mano, inmortalizan a un mimo vestido de torero y
gritan excitados olés a medida que
pasea su capote.
Reaparece tras superar, no sin dificultad, al último nipón
de la comitiva.
Visto lo penoso de su soltura, la mujer decide desviar la
persecución hacia calles adyacentes menos transitadas, no vaya a ser que su
torpe acosador la pierda de vista.
7 comentarios:
Buenísimo, no quiero saber cómo va a acabar esta atracción... fatal. Hay cada una por ahí... Un saludo.
A veces hay que facilitar tanto las cosas...que creo que perderá el interés en la primera travesía. :)
Este es un claro ejemplo de micro con giro inesperado, que deja una media sonrisa de complacencia fuera de la boca y un «¡cabróncete!» dirigido a su autor, dentro de ella...
jajajaja, carcajada sonora!!!!! muy bueno, me encantó...
Abrazos y manifestaciones para el sábado!!!!
Un giro genial y muy divertido. Genial!!!
Besos desde el aire
Jajajaja, espero que oigas las carcarjadas porque ese final es muy, pero que muy bueno.
Besitos
Me alegro de que os guste.
A mí como "pareja" me parecían de lo más equilibrado.
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