miércoles, 5 de octubre de 2011

¡Tachán!


Al otro extremo de sus ilusiones, el entregado público aplaudía entusiasmado desde el patio de butacas. Primero fueron las palomas que hizo desaparecer de la jaula (se suponía que tenían que transformarse en gallinas), después, un golpe de su varita provocó que una llamarada surgiera del sombrero de copa que a punto estuvo de abrasarle las pestañas (creía que sólo saldría una nube de confeti).
Ahora, con su asistente partida en dos, todos esperan el desenlace.
Él, fuerza una sonrisa y trata de ocultar el serrucho ensangrentado entre los pliegues de su capa mientras se dirige al lateral del escenario.

4 comentarios:

montse dijo...

¿Mutis por el foro?

Elysa dijo...

Jajaja, creo que debe cambiar de profesión, como mago deja mucho que desear.

Besitos

Alberto Proset (Ojodegato) dijo...

A ver quién supera un espectáculo así, ¿verdad? Retirada asegurada.

Rosa dijo...

Su desaparición será el gran truco final...

Besos desde el aire