jueves, 29 de septiembre de 2011

Sor Tija


“Por caridad cristiana”, había dicho la monja. A falta de cura que se comprometiera a hacer las veces de maestro, ella misma se había ofrecido a impartir las clases y mostrar las excelencias de la palabra de Dios, y vaya que si impartía y repartía a diestro y siniestro con el enorme yunque que se engarzaba en su anillo. Los golpes de fe caían sobre nuestros cráneos invitándonos a la reflexión y el rezo a la menor oportunidad y, con cada golpe, hundía más y más la poca esperanza de salvación que nos quedaba.
Hoy nos hemos enterado de que recogiendo patatas en el huerto del convento, otra monja, accidentalmente, le ha sesgado varios dedos de una de sus manos con una azada.
Así que, viendo nuestras plegarias cumplidas, le damos gracias al Señor.

4 comentarios:

El Cubo dijo...

Una de las cosas que más me gusta de este micro es la enorme efectividad de su título: gran juego de palabras (o sílabas, en este caso).

Elysa dijo...

Qué quieres que te diga, en este caso me alegra que Dios decidiera escuchar esas plegarias.

Besitos

Alberto Proset (Ojodegato) dijo...

Hola David, gracias por pasarte. Sí, gran parte del valor del micro es su título.
Dios o el azar, Elysa, que nunca se sabe.
Un saludo.

montse dijo...

Y nunca la recogida de patatas fue tan beneficiosa como ese día. ¿Sor Tija o Sor Pija? Porque una monja con un pedrusco....no sé, no sé.