Tenía que conseguirlo aunque tuviese
que llorar a sus padres durante semanas. En su vida había visto un
kit médico más completo que el que su prima había distribuido
alrededor de su muñeca Nancy.
-¿Quieres jugar conmigo? -preguntó
Inés.
-Claro -contestó Elena sentándose a su
lado sin saber muy bien por dónde empezar-. ¿Qué tal si la
operamos de un tumor?
-…No. Mi muñeca está perfectamente
sana -resopló algo ofendida-. Sólo necesita… algunos arreglitos
-dictaminó mientras seleccionaba una de las jeringuillas falsas para
mostrar a la cateta de su prima como corregir con Botox las arrugas
de expresión.
(microrrelato presentado al XXX Concurso de Microrrelatos de Bubok)
5 comentarios:
Asi que era tuyo.... y tuyos mis 5 puntos.
Buen micro, la niña lo tenía muy claro y tal como van las cosas, creo que le va a ir la mar de bien (a la niña del botox, evidentemente). La otra hará el MIR y acabará en Alemania.
Jo, qué vida más triste hemos construido.
Buen micro. Saludos.
Muy buen micro, Alberto. Buena perspectiva de futuro tiene la niña...
Un abrazo.
Has dado en el clavo con lo que pretendía conseguir, Luisa.
Gracias a los tres por pasar por aquí.
Qué bueno!!! una verdad tan aplastante que duele...por el peso del botox de más, jejejeje
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