-¡¿Sabría cómo
descuartizar a un cerdo, valeroso caballero?! -espetó la histérica doncella con
medio cuerpo asomando fuera del balcón.
-¡Cuidado, hermosa dama! -contestó
el vigoroso doncel de azulados leotardos-. ¡Alejaos del borde mi señora, no
vayáis a lastimaros ahora! Me he enfrentado a indescriptibles peligros para
rescataros de la torre en que os encontráis presa. Yo, Príncipe de...
-Disculpad mi insistencia,
amable señor; pero llevo tanto tiempo encerrada en este lugar nutriéndome de
los pajarillos que se posan sobre el alféizar... Necesito estar segura de no
tener que ver una perdiz en lo que me resta de vida.
4 comentarios:
Jajaja, muy bueno. Quería estar bien segura eh?
Besos desde el aire
Buen tunee y provechoso, de un cerdo se aprovecha todo.
Esta princesa necesita tenerlo bien claro... y si no que no la rescate.
Besitos
Esta princesa se adelanta a los acontecimientos. La separación de bienes vendrá después.
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