Había sido un fin de
semana muy largo.
¿Quién le mandaría a él
dejarse embaucar para una aventura así? En peligrosa, sucia y
estresante libertad. Dos días saltando de una actividad a otra en
plena naturaleza: escalada, puenting, senderismo, rafting,... Una
locura.
Ahora, en la seguridad de
su coche, su GPS le indica que cada vez está más cerca de la
civilización. Subir la ventanilla y encender un cigarro le ayuda a
recuperar la cordura a la misma velocidad que en su móvil aumentan
las rayas de cobertura.
6 comentarios:
Mejor eso que no volver de un balneario. Dicen que te vuelves loco por el contraste. :)
Esto... realmente hay alguna diferencia entre una y otra actividad, no sé, no sé...
Besitos
Elysa, la verdad es que no sé si la hay, yo soy más de barbacoas.
Montse, balnearios sí, aunque se vuelva deshidratado.
Gracias por pasar por aquí.
Nos gusta salir al campo, hacer cosas distintas pero agradecemos volver a la contaminada ciudad...
Besos desde el aire
Triste realidad para algunos, suerte que para mi la realidad se ha invertido, jejeje
Un abrazo!!!
La verdad es que no creo que haya que abusar demasiado ni de lo uno, ni de lo otro.
Un saludo.
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