Le cuesta imaginar los
rayos de sol iluminando la playa. Todas las noches pasea descalzo por la arena,
recorriendo varias veces la pequeña cala de una punta a otra. Recuerda que,
tiempo atrás, disfrutaba del contacto con su ardiente superficie. Perezosas,
las olas rompen en la orilla, ensombreciendo aún más la fría arena. Mira el
mar, siempre oscuro; tenebroso. Avista un pequeño barco de vela cerca de la
costa, esa noche saciará su sed en alta mar, y se deja engullir por las
lóbregas aguas.
6 comentarios:
Maravilloso. Los vampiros me han provocado siempre una especie de compasión. Eso de no poder disfrutar del sol y de la luz, debe ser horrible. Me ha encantado. Incluso yo escribí hace tiempo un micro sobre el mismo tema. Un saludo.
que pena me ha dao ese vampiro...muy buen micro!!!!
Un abrazo!!!!
Un vampiro marino!!!!!!!!!!!!
Esto lo puedes exprimir hasta límites insospechados, es de una originalidad fortísima.
Siempre me han atraído las historias de sobre vampiros, esa tristeza que arrastran, ese amor-odio por la luz...
Me ha gustado pucho, pucho...
Besazos desde el aire
Me ha gustado, trasmite sensaciones contradictorias.
Besitos
Sí, verdad. Parece un triste y encantador ser de ultratumba, pero al final no puede evitar ser quien es (o lo que es).
Gracias por venir.
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