Volvió a sumergirse en su mundo, aquel que creció y se
moldeó sujeto a las decisiones que fue tomando a lo largo de su andadura. Frente
a él, se alza un tenebroso castillo, último refugio de las mermadas filas de
sus enemigos.
Toma aire, y pulsa Control+Alt+P
para invocar al dragón que por fin le dará la victoria definitiva.
4 comentarios:
jejejeje, hacia eso vamos, no lo dudes.
Un abrazo!
Jeje, esos dragones que se utilizan cuando se necesitan...
Besos desde el aire
Hoy estoy espesa, no lo pillo, Alberto.
Besitos
Simplemente vive el videojuego, pero la realidad está ahí y el teclado forma parte del juego. Nunca llega a ser una experiencia completa.
Un saludo.
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