miércoles, 30 de noviembre de 2011
El búnker
-Cartero comercial... -sopló el lobo al
telefonillo del cuarto cerdito.
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viernes, 25 de noviembre de 2011
El perro cantor
El conocido de un primo del cuñado de una amiga dice que lo
ha visto. Pero lo más curioso de todo es que el primo del cuñado, el cuñado de
la amiga, y la propia amiga también comentan haberlo presenciado.
Yo no soy de creer en nada que no me entre primero por los
ojos, y teniendo en cuenta la historia que me estaban intentando colar, decidí ir
a comprobarlo por mí mismo.
Girando a la derecha
en la última esquina cuando bajas desde la mercería en dirección a la farmacia,
sigues por el muro del colegio hasta el final, te encaramas en la caja de los
contadores del centro cívico, y echas a un lado las ramas del viejo olivo podrás
verlo.
Ahí… justo enfrente, en medio del jardín.
Son ahora mis ojos los que no pueden creerlo, pestañeando
una y otra vez; pero el perro de los García sigue allí. Transparente… sí.
Muerto, también. Recuerdo que lo mataron unos chicos de otra barriada cuando yo
era pequeño. Que le habían torturado y después girado tantas veces la cabeza
sobre su cuello que el pobre animal quedó irreconocible.
Tras la sorpresa inicial sólo puedo decir que me invade una
sensación de infinita lástima por el fantasmal can que aúlla a la luna. Para mí que
el pobre se encuentra atrapado entre los dos mundos paralizado por el miedo.
Miedo a despegar lo más mínimo una de sus patas del suelo y caer hacia arriba.
(microrrelato escrito para uno de los dibujos que Sara Lew ofrece cada lunes en su blog para que, quien lo desee, le saque una historia).
Gracias, Sara.
El dibujo ha sido girado 180 grados.
La posición original es esta:
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miércoles, 23 de noviembre de 2011
El ingrediente
La
reacción de su marido echó por tierra su plan.
Marila
inclinó el plato sobre el cubo de basura. El guiso, ya frío y reseco, resbaló
lentamente por la superficie hasta descolgarse perdiéndose en su interior.
Permaneció
ahí plantada, contemplando como el goteo rítmico y constante de sangre que
escapaba de su nariz salpicaba la fuente. Pasó uno de sus dedos por el borde y
se lo llevó a los labios. Lo saboreó con la punta de la lengua. El veneno era
imperceptible en la salsa. Más suerte la próxima vez.
martes, 22 de noviembre de 2011
Tutú y Pipo
Los
leones, las cebras y el oso viven aterrados en sus jaulas. No comprenden cómo
es posible que aquellas, las más temibles fieras del circo, campen a sus anchas
por todo el recinto.
La
mañana ha amanecido tranquila, tan sólo los murmullos de los humanos al ir y
venir de hacer sus tareas; pero aquella calma dura poco. De la caravana de los
payasos salen los terribles monstruos: uno vestido de bailarina y el otro de
bombero. Ya han decidido quién será su víctima para ese día. Se lanzan contra
la jaula del oso y tratan de meter sus cabezas por entre los barrotes
insultando y amenazando al dócil plantígrado. Acurrucado en una esquina, el animal
intenta taparse las orejas, incapaz de asimilar las soeces que son capaces de
articular los violentos caniches.
lunes, 21 de noviembre de 2011
Escamas en el agua
Cogiéndole de la mano acompañó hasta el pozo al confiado
leproso.
(microrrelato presentado sin demasiado éxito a la
XXVII Edición de Microrrelatos de Bubok)
viernes, 18 de noviembre de 2011
Trueque accidental
Otra
vez coincidieron en el ascensor cargadas de bolsas.
Paqui
vive en el segundo interior derecha, Vanesa en el ático izquierda. Paqui entra
en casa con sus propias llaves después de aporrear el timbre, Vanesa recurre al
portero porque las ha vuelto a perder. Paqui es arrollada por las peticiones de
sus hijos y marido, Vanesa enciende la tele para crear ambiente. Paqui descarga
junto al frigorífico, Vanesa frente al espejo. Paqui sonríe al ver el contenido
de la última bolsa, Vanesa también. Paqui tiene un bolso nuevo, Vanesa hoy cenará
lasaña.
jueves, 17 de noviembre de 2011
El poder de la sangre
-¿He
hecho lo correcto protegiéndola de su propia naturaleza durante todos estos
años?
-Al
final ha resultado una pérdida de tiempo. ¿Por qué iba a ser distinta del
resto? Son seres irracionales, violentos y autodestructivos. Cuando finalmente
se le ha revelado su origen, ha rechazado un futuro lejos del caos y la
codicia, dejándose llevar por sus instintos y abandonando la seguridad del
castillo para regresar junto a sus iguales.
-¿Quién
cuidará de ella mientras descansamos?
-Esa
humana ya no es responsabilidad nuestra. No se haga más daño, Maestro. Volvamos
adentro, pronto los primeros rayos de sol acariciarán las montañas.
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Reverso vampírico
martes, 15 de noviembre de 2011
Los Oscrash
Un
saludo a todos los periodistas presentes. Muestra su escotada espalda a las
cámaras brindando su más sugerente sonrisa ante la lluvia de flashes. Camina
deliciosa ascendiendo las escaleras ceñidas en rojo. Otra de las nominadas que
camina cerca de ella tropieza y rueda escaleras abajo. Todos los focos se centran
en la accidentada…
“¿Por qué no se me habrá ocurrido a mí antes?”, piensa furiosa la candidata.
lunes, 14 de noviembre de 2011
La coartada perfecta
Para el asesino es muy fácil acceder al edificio
mimetizándose en el tumulto que forma a la entrada del arco de seguridad un
grupo de escolares que acuden a una visita guiada por el museo que ocupa la
planta 23.
Escoge un ascensor cualquiera y aprieta sobre la botonera
con la palma de la mano… se enciende la lucecita del piso 36. Al salir toma el
pasillo de la izquierda, por ejemplo, y se para frente en el primer baño que
encuentra… ¿hombres o mujeres?... el de hombres estará vacío. Entra y se oculta
en la oscuridad.
Poco después, la puerta se abre y entra un altísimo
ejecutivo directo al lavabo. El psicópata empuja con un pie la puerta
cerrándola de golpe y, punzón en alto, se abalanza sobre el desconocido cosiéndole
a aguijonazos la espalda y los riñones, éste se gira tratando de defenderse. El
desenvuelto agresor salta y atraviesa la cabeza del sorprendido hombre clavando
la punta del arma en la parte inferior del mentón, y la empuja con fuerza hasta
hacer chocar el mango contra su paladar.
Se lava las manos y la cara, guarda el punzón en su estuche y
cubre su camiseta ensangrentada con una sudadera.
Ya en el hall, despliega la más radiante de sus sonrisas al
llegar a la mujer del puesto de seguridad. El arco pita al atravesarlo. Se detiene
por un instante. Ella sonríe y hace un gesto con la cabeza indicándole que
continúe.
Ha sido igual de sencillo salir, ¿quién podría sospechar de
un niño?
jueves, 10 de noviembre de 2011
A fuego en la memoria
El abuelo de Sara tenía un dragón en su desván. Lo descubrimos
en un rincón, oculto tras unas cajas. Estaba muy quieto y algo maltrecho,
atrapado por una cuerda llena de nudos que envolvía su cuerpo. Nunca habíamos
visto uno, así que corrimos emocionados a avisar al anciano.
El señor Lew lo bajó al salón, desenrolló el cordel y
deshizo los nudos, dejando un único extremo atado a una de las patas del
monstruo. Del viejo costurero rescató una aguja con la que cosió las heridas y
cortes que lucía la piel de la criatura.
Abrió la ventana. El viento empujaba las copas de los árboles
en constante contoneo.
“¿Queréis ver volar al dragón?”, preguntó mientras cogía al
animal y nos animaba a salir al jardín.
A Sara entregó la madeja para que no escapara y a mí me lo
puso en los brazos.
“Corre. Y cuando sientas que tira de ti, suéltalo para que
pueda elevarse”.
De eso hace ya mucho
tiempo. A veces pienso que no era más que una simple y vieja cometa, pero no.
Estoy seguro de lo que vi. Era un dragón.
(microrrelato escrito para acompañar este fantástico dibujo de Sara Lew) http://microrelatosilustrados.blogspot.com/
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miércoles, 9 de noviembre de 2011
Romantic.com
Era nuestra
primera cita en persona tras cinco meses de relación a través del chat. Nos citamos
junto a la taquilla de un cine. Nada más verla la reconocí al instante: una
rubia guapísima. Menos mal que la chica de la foto que me había mandado era
exactamente la misma mujer que se presentaba frente a mí.
Cuando llegó al
punto indicado miró a su alrededor, por un momento posó sus ojos en los
míos..., pasando de largo para buscar los de aquel modelo australiano que
aparecía en la foto que le mandé yo.
martes, 8 de noviembre de 2011
Los resucitados
-No quiero a ninguno. Ya se lo dije por teléfono -sentenció observando
tras el representante a las dos pálidas figuras que trajo consigo y que,
redescubriendo el mundo, correteaban por el patio delantero recolectando las
primeras hojas caídas del otoño.
-Sentimos mucho que con el seguro que tenía contratado su
hijo sólo podamos cubrir a los menores implicados en el accidente. Si no está
dispuesta a hacerse cargo de ellos, ya sólo nos queda que firme la renuncia y
pasarán a formar parte del programa de donantes reactivados... ¿Quiere
despedirse de sus nietos?
-Nada habría deseado más aquel día -confesó.
(microrrelato presentado sin demasiado éxito a la XXVI Edición de Microrrelatos de Bubok)
(microrrelato presentado sin demasiado éxito a la XXVI Edición de Microrrelatos de Bubok)
viernes, 4 de noviembre de 2011
Sin tiempo que perder
La
encimera de la cocina se quedaba pequeña para tanto preparativo. Los platos,
uno tras otro comenzaban a acumularse en el fregadero. Va a la nevera para
sacar el pavo, ingrediente indispensable para su receta; pero al repasar las
baldas recuerda que se olvidó de comprarlo el día anterior. Mira el reloj y
corrobora que la tienda está cerrada. Se quita el delantal y corre hacia el
salón. Se acerca a la cápsula que tienen instalada entre la pecera y la
minicadena y accede a su interior. Marca las coordenadas en el teclado. A
través del cristal puede leer un post-it que ella misma puso como advertencia a
sus hijos: “Usar sólo en caso de emergencia”. El viaje dura un segundo. Sale y
sonríe educadamente a una chica con el pelo mojado y una toalla como única
vestimenta a la cual cede el transportador. Recorre el pasillo central de la
tienda con la precaución de no tocar nada y mira a ambos lados hasta encontrarse.
-Susi
-se dice, y su yo de ayer se vuelve para mirarse-, acuérdate de coger el
pavo... y pan integral, que estoy a punto de estallar esos vaqueros.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Secuestro exprés
Se ha cumplido el plazo y no hemos recibido el pago. Si quiere volver a ver a su
suegra con vida, le aconsejo que haga la entrega del dinero de inmediato, o de lo contrario la recibirá repartida en cajas de Cartón. Empezando por la
lengua, que esta señora no para de hablar.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Pan para hoy…
Jack regresó de su aventura cansado y sin ganas de dar
explicaciones.
Al día siguiente le despertó el suave olor del caldo que su
madre estaba preparando con la gallina que trajo consigo la noche anterior.
Comunicación, a esta familia le faltaba comunicación… y más
habichuelas.
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martes, 1 de noviembre de 2011
Mercromimamá
Desde que murió mi padre desnucado en un accidente casero al
resbalar en la bañera, todos pensábamos que a mi madre se le había ido de las
manos su preocupación por la seguridad.
Cambió el viejo Renault por un moderno BMW, con tantos
airbags que, de saltar a la vez, transformarían el vehículo en un dirigible.
Forró, literalmente, todos los muebles de la casa con corchopán, conforme a la
normativa que indica el estado para crear parques infantiles. Y siempre,
siempre, lleva consigo un enorme bolso repleto de material sanitario.
De un tiempo a esta parte, está cambiando el concepto que
tenemos de ella. El otro día, en el pasillo de los congelados del centro
comercial, un anónimo jubilado habría muerto de no ser por su rápida
intervención y el desfibrilador que instaló en su bolsiquín.
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